sábado, 23 de junio de 2012

Como decía Blaise Pascal, "el corazón tiene razones que la razón desconoce", pero con un poco de suerte y paciencia el tiempo hace que se vuelvan a coger de la mano.
Darse cuenta de los errores cometidos cuando ya no tienen remedio puede ser muy duro, pero mejor esto que no aceptarlos nunca y no poder aprender de ellos.